Las castañuelas pertenecen a los idiófonos, los autotonantes o autosonantes. El instrumento vibra por sí mismo y no necesita cuerdas ni membrana para producir sonidos. En el grupo de los idiófonos, las castañuelas pertenecen a los instrumentos de contrapercusión y se pueden encontrar en todo el mundo.
Probablemente las preformas de las castañuelas sean los instrumentos más antiguos de la humanidad. Se utilizaban dos palos, piedras o conchas para batir ritmos, sobre todo en danzas rituales. Se tocaban en todas las culturas y en todos los continentes.
En Grecia se llamaban
Krótalos (del griego crotos – pulso).
Entre los romanos y en Hispania (nombre latino de la Península Ibérica).
Crusmata (latín crusma: música de acompañamiento tocada con un instrumento de percusión).
En España
Castañeta, Castañuela o Palillo.
Por cierto: el ritmo con 2 cucharas del folclore bávaro también es un idiófono. Y este juego con cucharas también está muy extendido por todo el mundo.
Según una leyenda japonesa, los propios dioses marcaron el ritmo con ellas cuando inventaron la música, con ‘la madre de todos los instrumentos’.